martes, 1 de marzo de 2011

Flamenco

La semana pasada me inscribí en unas clases gratuitas de flamenco. Ayer fui a la primera. Me gustó la clase y la profe, sin embargo la "administración" de la academia era media penca.
Entre las asistentes había de todo: una mina "shuuuper engrupía" que llevaba puesta una sudadera con un estampado de bailaora. Llevó también su propia falda, pero yo la encontré harto fea, era muy recta. Por supuesto que se puso en primera fila y que puso cara de emocionada cuando la profe le pidió que se pusiera más adelante.
Había otra, de las típicas que se quieren hacer notar en todas partes: apenas entré a la oficina a registrar mi asistencia le gritaba a too chancho a otra "es que estoy segura que te conozco!!!!!"..a ver, dime, dime ¿eras de la pastoral?...hay no se...es que tu cara...y bla, bla, bla. Después de que terminó la clase se quedó ensayando (burps!)...o más bien....hello!!! es una clase de prueba, no estai preparando una gala!!!.
Y yo..que sólo fui a disfrutar. Saqué con cierto orgullo mis tacones que estaban empolvados hace años. Cuando me los estaba poniendo una mina que estaba sentada en frente de mí, sacó también los suyos y me sonrió, como queriendo decir "ah, tú también bailas".
Cuando estábamos en la clase la miré de reojo y bailaba como yo.
Finalmente, debo decir que encontré que mis brazos se ven demasiado largos en comparación a mi cuerpo. Y que quiero seguir asistiendo.